domingo, 14 de agosto de 2011

Vamos pá Bali o cómo perder la noción del tiempo




De vuelta al minibús sudados y cansados por el la marcha en el Ijen, emprendemos ruta dirección al puerto de Ketapang, donde esperamos al bus que nos llevará a Dempasar, capital de Bali.
Por fin llega nuestro bus, es un bus local. Parece que hayamos retrocedido en el tiempo: asientos de escai, todo lleno de gente, algunos fumando, vendedores de comida y unas sospechosas bolsitas negras colgando de los asideros del bus.
Llegamos al puerto y con el mismo bus embarcamos en el ferry que cruza de Java a Bali. Una tranquila travesía desde la cubierta del ferry viendo el discurrir del tráfico marítimo entre las dos islas.
Llegamos a puerto, nos montamos otra vez en el increíble vehículo y seguimos durante 4 horas marcha a Dempasar, entre toses, humos, calores, olores y potadas en esas bolsitas negras.
Negociamos un taxi a Ubud y en poco más de 30 minutos estamos en el hotel, con ganas de pasar lo que queda de tarde relajados y tranquilos, después de los dos duros días pasados.
Pero parece ser que no va a ser posible: la reserva que habíamos hecho días antes desde Yogya no aparecía y, después de mirar y remirar, nos indican muy amablemente que nos hemos equivocado de día, que la reserva está confirmada, sí, pero para el día siguiente, día 13 y no para el 12 de agosto, jorrrrrrr.
¿Qué nos pasó en Yogya cuando hicimos la reserva? ¿Cómo no nos dimos cuenta de que en lugar de una noche teníamos que reservar dos, la del 12 y la del 13 de agosto?
Al igual que le pasa a Willy Fog en su vuelta al mundo, cuando sin saberlo se adelanta un día en el viaje, nosotros también hemos llegado un día antes, pero en nuestro caso lo peor es que el hotel está completo, así que nos ponemos como locos a intentar localizar dónde encontrar el descanso tan deseado en temporada alta en Ubud y para ello Internet nos resuelve el problema. Localizamos una oferta de la única habitación disponible en un hotel algo más alejado del centro, pero como no tenemos intenciones de salir esa tarde nos parece bien y allá que vamos.
Realmente habíamos desconectado del calendario y no teníamos nada claro en qué día estábamos. ¿Vosotros lo tenéis claro a estas alturas de nuestro blog? Pues eso.

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